miércoles, 20 de febrero de 2013

Limpio y descargao


En aquella unidad, la muerte era tan frecuente como el reparto y la administración de medicación, lo que nos obligó a formarnos en el apoyo a familiares en situación de duelo.

Se creó un equipo cuyo nombre no recuerdo: equipo de atención al duelo, o equipo de afrontamiento del duelo, el duelo y yo... No se, lo que si recuerdo es el primer caso en que actuó el súper equipo del duelo. Nos convoco el doctor responsable, y allí, en su despacho, de una parte el médico, el psicólogo y el enfermero (encarnado en mi persona), de otra las dos hermanas del cuasi difunto paciente.

El médico, en tono solemne se dirigió a las hermanas:

-       Siento informales que la situación de su hermano Antonio es muy grave.

Una de las hermanas se incorporó,  se inclinó hacia el médico y con voz no menos solemne:

-       Lo se doctor, lleva ya tres días sin cagar. 

jueves, 14 de febrero de 2013

Gases hípicos


Acudió a urgencias ataviada con ropa de equitación. Físicamente perfecta a sus casi 50 años. Eso sí, a golpe de talonario y bisturí. Se había caído de Humberto y se quejaba de un dolor de rodilla, según refería, “insufrible para una dama”. 

Se vio obligada a conducir ella misma su Porsche Cayenne, ya que el chofer estaba en otros menesteres. Usaba frases añejas tipo: “no sabéis con quien estáis hablando”, “mi marido es tal…”

El médico le indicó se subiese a la camilla de exploraciones y al realizar ese mínimo esfuerzo se escapó. Fue una sola emisión. Corta , fuerte, contundente. De nada sirvió que la glamurosa amazona intentase camuflarlo con una tos. El olor se apoderó en escasos instantes del ambiente.

jueves, 7 de febrero de 2013

Paciente Kit Completo


Para considerar a un usuario del servicio de urgencias como Paciente Kit Completo (PKC) se deben cumplir unas premisas básicas: el paciente propiamente dicho, el acompañante que toma la palabra, la bolsa de plástico (opcional) y objeto, animal  o cosa origen y/o justificante del motivo de consulta.

El PKC por excelencia es el oral: “Mi marido, que lleva tres días vomitando”.  El marido no habla, se limita a  hacer el quiero y no puedo: balanceo continuo hacia delante y hacia atrás, boca abierta con intentos frustrados de vomitar. El momento cumbre del PKC oral se produce cuando la señora saca de una bolsa de plástico una toalla correspondiente al ajuar de boda con un lamparón y tropezones alimenticios adheridos  y secos. Si yo la creo señora, no hace falta esa toalla de los años 60 redecorada, pero he de reconocer  que últimamente me he vuelto un poquito cabrón, me gusta compartir, y le digo: “Señora, guarde usted esa toalla y enséñesela a doctor, es importante que la vea”.